domingo, 9 de octubre de 2011

¡No'mbre!

A mí tía Leonor, fuente inagotable de anécdotas.

Llegaron a bautizar al niño, seguros del nombre que habían escogido.
-¿Cómo lo van a llamar? -Preguntó el sacerdote.
-Ugenio -respondieron los padres, con toda certeza.
-¡¿Ugenio?! ¡Así no lo puedo bautizar, ¡No "Ugenio", es con "e"!
-Lo que usté diga padrecito.

Ya un poco más grandecito, se escuchaba en el patio de la casa:

¡Esconé! ¡Esconecito, vente a comer!


Basado en una anécdota de tantas que se cuentan entre nuestros compatriotas mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos.