lunes, 25 de junio de 2007

¡En esta esquina Lourdes Grobet! ¡En esta otra, Botellita de Jerez!


El pasado domingo 24 de junio, se llevó a cabo la presentación del libro "Espectacular de Lucha Libre" de la fotógrafa mexicana Lourdes Grobet, en la explanada del Auditorio Nacional. Editado por Trilce, el libro reúne una serie de fotografías del pancracio nacional, capturadas a lo largo de muchos años.

El evento comenzó a las 12:30 pm, media hora después de lo anunciado, y dio inicio con la presentación, por parte de quien me imagino la hizo de maestro de ceremonias, de la autora y de los invitados, entre los que se contaban personalidades tanto del pancracio como de la farándula, como Tinieblas, el Alushe que yo no alcancé a ver, El Último Guerrero, El Fantasma, Edith Gonzalez y tambien su jefa, a la que varios le gritaron "suegra". La que también recibió saludos, fue la mamá del tipo que la hace de "El Pantera" en la serie esa de Televisa, ya que cuando lo presentaron, se llevó una rechifla machina del respetable aludiendo a su jefa, y cuando subieron al ring, inició el clásico grito que rima con lero-lero, por lo que el tal pantera no tuvo otra cosa que hacer mas que sonreír, pero imagínome que no de gusto.

Grobet dedicó algunas palabras de agradecimiento, y dedicatorias a los verdaderos ídolos del pancracio y protagonistas de su libro: los gladiadores de ayer y hoy. En seguida, los de la mesa recorrieron la exposición y por lo que narraba Leobardo Magadán -locutor de las luchas en la tele-, cortaron el listón y toda la onda. Pero los chiflidos del respetable, que no veíamos qué sucedía ni pa cuando iban a empezar los costalazos, apresuraron el paso y anunciaron la primer lucha de la tarde: por el bando técnico, Sombra y Valiente contra Euforia y creo que Arcangel de la Muerte. Al principio, los rudos no dejaban subir a los científicos al rombo de batalla, y cuando lo lograron, comenzaron los empujones y las injurias y yo, preocupado por la situación, les grite "¡no se peleen!", pèro creo que mis palabras fueron pasadas por alto. El combate fue a dos de tres caídas sin límite de tiempo y estuvo bueno pa ser el primero. Ahí me dí color de que los estetas no nomás tienen que darse cates a diestra y siniestra, sino que también deben de saber cómo hacerle pa prender al público, ya sea incitándolo a gritar a favor de los técnicos, o tratándose de los rudos, gritando improperios a las tribunas, pero siempre buscando una reacción por parte del respetable. La lucha tuvo que llegar hasta la tercera caída para definirse, y el bando de los científicos fue el que salió avante.

Posteriormente se dió paso a la segunda tanda luchística de la tarde, en esta ocasión ofrecida por dos duplas femeniles, una mexicana y otra japonesa. Y ora si que rompiendo con el lugar común ese del "sexo débil", qué buenos guamazos y llaves se acomodaron. Aquí también las damitas prendieron al público so pretexto de que era un duelo México contra Japón, iniciativa que tuvo bastante buena acogida por parte del aficionado presente esa tarde en el Auditorio Nacional. Y como era de esperarse, el triunfo fue de nuestras connacionales.

Acto seguido, vino la que pa mí fue la mejor lucha de la función. En un duelo de (casi todos) veteranos se enfrentaron, por parte de los técnicos, Solar, Matemático y Mano Negra contra Black Terry, Gallo Tapado junior -muy joven en comparación de los demás- y el legendario y añejo Negro Navarro, estos últimos rudísimos de cinco estrellas, siete suelas y gran turismo.
Como era de esperarse, este duelo se dió sobre todo a ras de lona, y resultó ser una auténtica catedra de llaveo y contrallaveo, gracias a la gran experiencia que estos gladiadores han desarrollado a lo largo de sus muchos años de carrera. Y también se vió cómo el Gallo Tapado jr. esta verdezón en comparación con los otros cinco; su primer encontrón fue con Mano Negra, gladiaron y Mano Negra tenía una actitud como de ver qué hacia su oponente, esperando que atacara para repelerlo con pura maña, y cuando el técnico lo tenía en su poder, le palicaba diversas llaves, hasta que en un momento como que el enguantado negro hizo un gesto como de ¿le seguimos?, a lo que el Tapado hizo seña de "aguanta" con ambas manos, dando paso a los siguientes luchadores. Al término de la primera caída, cuando de pronto saltaron los seis estetas al centro del ring, el Gallo Tapado iba a recibir a Mano Negra con un patín al mentón, pero el técnico habilmente lo esquivó, y aprovechando la postura de su rival, lo tomó de la pierna y de la espalda, apretando con fuerza el muslo contra el pecho y logrando la rendición casi inmediata del rudo.

La segunda caída se fué como el agua, ya que en el primer enfrentamiento, protagonizado por el Negro Navvaro y Solar, aquél hizo que este, después de una serie de llaves y castigos, se rindiera ante el dolor, y al ser el Solar el capitán del bando técnico, ese conjunto quedaba eliminado del segundo asalto, emparejando los cartones a una caída por bando.

El tercera asalto se llevó a cabo también dentro de un mar de castigos y algunos lances más bien modestos ya que, insisto, estos grandes del ring son expertos en llaves, en lucha a ras de lona, y no en sangronadas como las de la triple A de según darse contra una tabla que es de triplay chafísima y que duele más cuando te machucas un dedo o te acomodas un trancazo en el dedo chiquito del pie cuando andas descalzo. Ora sí lucharon todos, pero cuando se enfrentaron de nueva cuenta Solar y Negro Navarro, el que se llevóel triunfo fue el técnico, despues de aplicar un terrible castigo al cuello y extremidades superiores del Negro, provocando de hecho que un médico subiera al encordado para revisar al veterano luchador. Recuperóse y recibió el aplauso del respetable, y de pronto, la gente que estaba más cerca de la plataforma de batalla comenzó a lanzar monedas, pero un m ontón, y yo me quedé de a seis, hasta que Magadán dijo que esa era una tradición en la lucha: cuando la lucha es muy buena, el público lanza dinero al ring en señal de agradecimiento por el buen espectáculo brindado por los estetas, y la neta, se lo merecían por que estuvo retebuena la lucha. Juntaron la lana en un vaso de chela y se echaron un volado ambos capitantes (Navarro y Solar) para ver quien se quedaba con el billullo, resultando ganador el técnico. Momento muy emotivo de la función dominical.

La última lucha, la estelar, dio inicio despues del arribo de los gladiadores y los clásicos empujones. En esta ocasión se enfretaron el Rayo de Jalisco Jr. (¿junior con la pila de años que se carga?), el águila italiana Marco Corleone, y el hijo pródigo de Xochimilco: Rey Bucanero; en la otra esquina se presentaron Último Guerrero, L.A. Park y Blue Demon Jr. Estuvo bueno el duelo, con las clásicas escenas como jocosas que dan pie a un manotazo en el pecho del rival o un patín certero; pero, a diferencia de la lucha anterior, comenzaron a usar sillas y ese tipo de marrullerías; hubo más vuelos y fue en ese sentido un duelo más dinámico, de hecho creo que le machucaron la rodilla a Bucanero con una silla debajo del ring (aunque no lo alcancé a ver), por que se subió al rombo de batalla literalmetne retorciendose del dolor, cual lombriz a la que le echas sal o fab Roma. La contienda, después de tres caídas fue para los técnicos, y ya casi cuando acababa le dejé de poner mucha atención, porque me fuí a apañar lugar cerca del escenario donde iba a tocar Botellita de Jerez, y ahí...

El Cucurrucucú, el Mastuerzo y el Uyuyuy en pose luchística en la portada
de su primer álbum, Botellita de Jerez (1984).



...llegaron los botellos a guacarroquear, en una tocada que además de haber estado chida guan, fue muy ad hoc al evento, ya que sabido es que la H.H. Botellita fue pionera en introducir el mundo de las luchas en la estética rockera y en la música, de lo cual el más consumado ejemplo es "El Guacarrock del Santo". Además de ese factor, Grobet hizo las fotos del primer L.P. de Botellita, por lo que se ve que son cuates de tiempo y pus qué mejor que los invitaran.
Iniciaron, como es costumbre, con el grito del Armando Vega-Gil, el Cucurrucucú: "¡Hey familia! ¡Guacarrock dedicado a Lourdes Grobet y luchadores que la acompañan!". En acabando esa rola, preguntaban si se oía bien, y yo pensé "no, pus así tocan, no es que esten mal los amplis" y dieron paso a "Bueno, bueno, probando". Después, continuaron guapachosamente con "Carefoca's swing" y muchos de los presentes se quisieron sentar al oír eso de que qué le pasa a Lupita, que le pasa a esa Lupe que se para y te escupe, y otros tantos abrieron la boca. A los botellos se les veía contentos, disfrutando el toquín porque el personal estaba cerca del escenario, no había demasiada gente, lo cual permitía que lo que les gritáramos (nada de peladeces, claro está) lo oyeran e interactuaran con el público charroquer.
Cuando tocaron "¿Te gusta a tí ese son?", Paco Barrios, el Mastuerzo, le preguntó eso a uno de blanco, y un sujeto que estaba detrás de mí se metió un autogolazo al gritar"¡saco!", pero preferí dejarlo en su error.
Mucha gente coreaba "¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!" esperando que tocaran esa rola y no se estuvieron quietos hasta que la tocaron. En el marco del evento, y con máscaras diseñadas (se ve el estilo) por Sergio Arau "el Uyuyuy" interpretaron la rola dedicada al héroe de Tulancingo. Todo el personal la neta se rifó porque se sabía (inclúyome) las rolas de la banda, aunque no faltaba el que pedía "Niña de mis ojos" o "Luna Misteriosa", rolas que corresponden a otra época de la botella y que no cuadran en lo que hacen orita.
De las que siempre se disfrutan, fue "El Tlalocmán" por la danza ritual que hacen, que me cai que parece que estudiaron en el ballet voy-choy de Rusia o sepa dónde. La que iba a ser la última rola, tambien muy bien coreada por el respetable, fue "Alármala de Tos", que como sucede en varias partes, hay gente que cree que es de Café Tacuba, pero nones. Ya se iban, pero retacharon a cantar "San Jorge y el Dragón", cosa que me pareció estupenda, ya que quería ver su coreografía ya un tanto anquilosada. Terminaron, agradecieron diciendo que estuvo chido y se despidieron, mencionando que ya no falta mucho para estrenar "Plan B", el documental de la banda. ¡Naco es chido!.
Para terminar, una cosa que nunca me había pasado: saliendo del Audi, había una bola de gente al rededor d eun puesto de jotdogs... ¡viendo el fucho! la final de México contra gringolandia. Faltaban 15 minutos más o menos y pus ay que me quedo aplastado esperando a que la Selec reaccionaria pero nones. Y todos los que estábamos gritandole a los jugadores cómo moverla, pero no hicieron caso... y perdieron. Una final vista en un puesto de jochos. Eso merece contárselo a los nietos ¿no?

sábado, 16 de junio de 2007

Enciclopedia de Máscaras

Mina Editores sacó hace como un par de semanas a la venta el tomo I de "Enciclopedia de Máscaras", una colección que se ve que va a estar bien chipocluda, ya que al parecer va a incluir alrededor de 1500 máscaras diferentes de muchos gladiadores, muchos leyendas y muchos desconocidos (al menos para mí).

Acomodada en orden alfabético, ésta primer entrega va de la A hasta inicios de la D (por que por ejemplo, no llega a Doctor Wagner, el galeno del mal) e incluye a leyendas de la talla de Blue Demon, de quien se incluyen 2 máscaras diferentes y una más de Blue Demon Jr. También se encuentra la capucha de la saeta azul, Aníbal; el duende maya Canek, el ex-integrante de la ola blana Ángel Blanco, y el ídolo de los niños (de perdis lo fue en mis tiempos de chilpayate) Atlantis. Tambor viene la del maestro lagunero Blue Panther.

El formato de la revista es bueno, se ve que los de la editorial le han hechado ganitas pa que les quede bien, ya que tanto la calidad del papel como de imágenes es de altura, o parafraseando a los guerreros de la atlántida, de otro nivel. Por cada máscara aparecen tres fotos: una de frente, otra de perfil y otra como que mitad y mitad. cuando se trata de un gladiador de respeto, tambien viene una foto a página completa del luchador del que se trata, como son los casos de las leyendas arriba mencionadas. Por otro lado, el sujeto que posó pa las fotos hizo bien en ponerse una malla -o pantimedia, vaya usté a saber- negra pa que no se le viera el rostro, lo cual hace que las tapas luzcan por completo sin estar en un rostro que no es el de su dueño original, ni en un vil maniquí de unicel, lo cual haría que perdiera chiste. En ese aspecto la enciclopedia tiene una palomita.

Además de las fotos, a cada máscara le corresponde una ficha, en la cual vienen datos como el periodo de uso, el status (si no ha perdido la máscara y si ya, quién se la quitó), material, diseño, observaciones y, en algunos casos, antecedentes. Aquí es donde falla un poco, ya que en algunos casos se hacen observaciones de las máscaras, y en otros del luchador; en algunos los antecedentes son del luchador y eso logra que las fichas no sean homogéneas en su contenido.

No tiene errores gachos de redacción como muchas otras publicaciones del pancracio, aunque por ejemplo, lo que a mí me parece que pudo haber sido el editorial (que me eneseñaron en la secun que va al principio de la revista) lo pusieron ya no digan en otro punto dentro de la revista sino ¡en la contraportada! Qué cosas ¿no?

Y bueno, la mera neta es una publicación que vale la pena adquirir por tan solo veinticinco varitos si a usté le interesa ahondar en la diverdsidad de las capuchas de los protagonistas del mundo de las llaves y las contrallaves.

viernes, 15 de junio de 2007

El Trono

Solíamos comprar la leche en el establo, bronca, recién ordeñada, en los tiempos en que la avenida prolongación División del Norte (la entrada a Xochimilco) estaba aún cubierta de milpas de maíz.

El establo estaba junto a la Prepa 1 y era de los papás de un compañero del jardín de niños, al que le decíamos Pepe. En el establo sólo había guardadas unas dos vacas, y las demás estaban en un terreno baldío justo enfrente, en donde actualmente se yergue un Burguer King. Allí, las vacas sólo estaban atadas del cuello, por lo que podían caminar con cierta libertad por todo el lugar. Obviamente, al moverse libremente, también tenían la completa libertad de orinar o defecar en donde quisieran, o donde les agarraran las ganas. Ese hecho daba como resultado que hubiera heces --pastito molido, nos decían a los niños--, y orines dispersos por todo el suelo del lugar. Las montañas de caca alcanzaban entre 35 y 40 cms. sobre el nivel del piso, y parecían islas rodeadas por pequeños mares de orines. Por tanto, uno tenía que pisar con cuidado, si no quería mancharse el calzado o la ropa de excreciones vacunas.

Un día, Pepe nos invitó a ver el proceso de ordeñado. Lo malo es que una vaca había tenido un becerrito recientemente, el cual no tenía atadura alguna y, ese sí, vagaba por toda el área sin ninguna restricción. Yo me acerqué a él para verlo, porque quería ver si ya le estaban saliendo los cuernos, pero el animal, pequeño y temeroso, se asustó e hizo un movimiento repentino que provocó que yo, pequeño y temeroso, retrocediera sin darme cuenta de lo que había a mis espaldas: una de esas islas de popó de vaca a la cual, por causa de un resbalón con los orines del suelo, caí sentado cual rey en su trono, así con descansabrazos y todo. Estuve un instante así, en tan jocosa situación hasta que llegó alguno de mis padres y me jaló de un brazo para levantarme del estiércol y regañarme por que traía una de mis chamarras más decentes y cómo con ella se me ocurrió sentarme en el pastito molido.

Nunca he tenido de nuevo una situación similar y espero que jamás se repita. Eso sí, para la próxima ya sé que no hay que acercarse tanto a un becerro al que le da miedo todo. Pero la culpa esa vez, claro, la tuvo el becerro por coyón.