-¿Y cómo le ha ido? ¿Qué tal el changarro? -preguntó el operador del colectivo.
-Pus fíjese que lo dejé. Un rato nomás -respondió el uniformado pasajero.
-¿Apoco? ¿Y eso? Yo creía que la barbacoa sí dejaba lana...
-Pues hasta eso sí -respondió, acomodándose la gorra azul con su reluciente placa dorada- Lo que pasa es que ahorita me cayó una chamba en una obra.
-Apoco también la hace de albatros...
-Pus sí, es que en la albañilería, si son chambas grandes, le pagan a uno bien.
-Pero ha de ser una joda ¿no?
-Pus todo lo que deja lana es una chinga, sino pus cómo, compadre...
-Y en el cuartel apoco no lo dicen nada, son muy duros ¿no?
-Ey, pero lo que pasa es que me estoy aventando turnos completos sábado y domingo, de veinticuatro horas. Ya con eso me dan toda la semana libre, y pus la utilizo pa ir a la obra, porque pus imagínese, me aventé 120 de loza, yo solito ora sí que desde los cimientos. Me fue rebién.
-Ta suave, pero pus ay' cuando otra vez le haga a la barbacha, a ver si me invita unos tacos ¿no?
-Le voy a dar unos de pellejo.
-Oh pues, me agarra desprevenido...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario